Mi encuentro con Saúl Hernández

Cuando eres admirador de un personaje tan emblemático en la historia del rock mexicano, como es el caso de Saúl Hernández, es prácticamente imposible ocultar el lado fan para comportarte decentemente.

Llegué al estudio donde grabé mi disco y al abrirse la puerta algunas notas musicales escaparon al exterior, pero no les puse atención, pues es normal en un estudio de grabación, pero justo al momento de cerrar, escuché la voz de Saúl cantando algo inédito, grabando justo en ese momento el tema "María de mis Alquimias", y debo confesar que la sensación estremeció todo mi cuerpo y me hizo flotar por un momento.

Luego de pasar a la oficina para revisar algunos detalles de mi grabación, en el pequeño patio que estaba prácticamente a mi espalda, escuché al autor de “Los Dioses Ocultos“ platicar con alguien y entonces interrumpí mi charla para salir junto a la persona de la oficina a que recibiera formalmente a Saúl.

Verlo a esa distancia tan corta y en ese ámbito de lo musical, me dejó paralizado; apenas logré atinar a decir un tímido “hola Saúl“.

Él sonrió y minutos después nos tomaron esta fotografía. No conforme con mi foto, tuve el atrevimiento de pedirle un autógrafo para una prima que toca la batería y que es admiradora suya.

- ¿Cómo se llama tu prima?

- Dann - respondí.

- ¿Dann? Mira, ¡qué curioso! Yo conozco a una Dan, pero es Daan, con doble A en lugar de la doble N - me contó Saúl (entre otras cosas que no puedo repetir a falta de memoria).

Finalmente, tuve la oportunidad de darle las gracias por la inspiración que me ha brindado para seguir en este camino tan bonito que es la Música.

Próximamente les compartiré otras historias similares que me han motivado a no rendirme desde que comencé en este camino hace más de 10 años...

¡Saludos a todos!